lunes, 2 de mayo de 2016

Frenesí

  Esperar sentado mientras jóvenes absortos en sus teléfonos pasan de largo, aburrirse, mirar el horizonte, estirar el brazo para agarrarlo, levantarse, caminar a solas por senderos inundados de arena y pensamientos de viajeros errantes, marcar tu propio ritmo, avanzar al pasado, pasar del pesar, pisar con fuerza, andar en cursiva, correr en negrita y subrayado, cruzarse con indeseables, conocer personas nuevas, sentir el viento cabalgando un ciclomotor jubilado, encontrarte perdida entre la muchedumbre, quedar encandilado de tu sonrisa que sobrevive intacta al impacto del paso ligero del tiempo, ilusionarse sin motivo aparente, enamorarse del vacío, teñirse el pelo de rosa chicle, perseguir tu presenciar, columpiarse en tu inconsciente, apartarse para no estorbar, esforzarse en ser mejor, hacerse mayor a pasos menores, imaginar tus límites, llegar tarde por rutina, beberme tu sudor, acariciar lo más profundo de tu ser, bailar en la frontera de cuerpo, vivir en tus labios, ansiar que la primavera te desnude para pasear con los dedos por tu vientre plano, ponerle banda sonora oficial a mis ideas, caer en el tercer movimiento de una sonata para piano, tocar el contrabajo en tus cuerdas vocales, leer sentimientos escritos en una brisa de verano, reflejarse en ventanas que anhelan ser espejos, ser el destino, transformarle por avaricia, divertirse, reír y contagiar la risa, burlarse de tus enemigos con la lengua fuera, obedecer a tu instinto, tirar a canasta, anotar un gol por la escuadra, renunciar a la derrota, desaprender a perder, viajar al corazón por la aorta, apretujarse en la parte trasera de un coche, abrazar por inercia, vengarse rápido para estrellarnos a toda velocidad como amantes en una carrera contrarreloj, refugiarse en tus versos y en tus besos, ir al paraíso en el Apolo XIII, pintar la luna con los colores del arco iris, iluminar la cara de un felino ágil escondido entre bolsas de basura y residuos de esperanza, dormir en tu regazo, despertar un dos de enero, olvidar recordar que debes olvidar lo sucedido la última noche y recordar no olvidar tu punto de partida, mantenerse firme cual soldado formando fila, escapar de la cárcel de tus brazos, molestar a la soledad, incomodarla, adivinar la fecha de caducidad del nosotros, morir en el naufragio de tu melancólica mirada, derrumbarse como castillos con estructura de naipes y muros de arena engullidos por la hambrienta marea, llorar en vano, trazarte en tu elipsis, contarle al universo que te necesito, rozar el infinito y hacerlo más duradero y largo, mentir con sinceridad, deshacer los pasos que dimos una cálida mañana de septiembre, borrar tus huellas que quedaron en marcadas en mi piel, enterrar las excusas y las disculpas volátiles, quemar tu esencia de mi habitación, romper en mil trozos este escrito, creer en perder la fe, respirar el aire sucio de la gran ciudad, apreciar el paisaje que florece en marzo, echar de menos a la nostalgia, rememorar tiempos peores, valorar la nueva senda abierta, volar sin rumbo, explicar el motivo por el cual nunca se dan explicaciones, acechar a las sombras, asustar a los monstruos que habitan bajo la cama, soñar con pesadillas, admirar la salida del sol, despedirse del niño que fuiste, partir al lejano oeste, batirse en duelos dialécticos, inhalar el último de tus suspiros, quererse, regalar todo el odio que te queda al primero que se cruce contigo y liberarse de los miedos que te impidan vivir para ser.

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