Pandora abriendo la caja y dejando escapar lo único que quedaba preso en ella. Llegamos tarde y nos sentamos al final de la clase. Para molestar. Para que nos dejen en paz. Para hacernos notar. Para vivir. Para revivir.
viernes, 18 de octubre de 2013
Confesiones de biblioteca (III)
Tantas veces me enamoré y nunca tanto de una misma mujer.
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