miércoles, 13 de noviembre de 2013

Entierro

  Metió todos sus muñecos dentro de su vieja mochila que usó en su etapa colegial. Juntó todas las libretas llenas de frases escritas por sus manos y las tiró al contenedor azul. Ahí mismo fueron sus libros de sociales, naturales, lenguas y matemáticas que le habían acompañado durante la primaria. Los álbumes de portadas alegres y que tanto esfuerzo le había costado confeccionar acabaron en la basura. Recogió las numerosas prendas de ropas y se las llevó al vecino del primero para que su hijo las aprovechara. Con mueca seria y unas sandalias bajó al barrio y empezó a regalar sus colecciones de cromos, chapas y canicas. Guardó todas las fotos en una caja de zapatos y la escondió en un lugar del cual jamás volvería a acordarse. Dejó todos sus sueños abandonados en la cuneta más cercana y asesinó a los monstruos que vivían debajo de su cama. 

  Mató al niño que llevaba dentro y empezó a sentirse totalmente vacío.

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