Pandora abriendo la caja y dejando escapar lo único que quedaba preso en ella. Llegamos tarde y nos sentamos al final de la clase. Para molestar. Para que nos dejen en paz. Para hacernos notar. Para vivir. Para revivir.
sábado, 12 de julio de 2014
Confesiones de biblioteca (V)
No hay nada más valioso en este mundo que la sonrisa de un niño.
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